Un anciano maestro se cansó de las quejas de su aprendiz. Una mañana,
tras unos días en los que el alumno había estado especialmente
quejumbroso, le envío a conseguir un poco de sal. Cuando regresó, el
maestro le dijo que mezclara un puñado de sal en un vaso de agua y se lo
bebiese. El alumno le miró con extrañeza, a punto de protestar, pero
obedeció a su maestro.
¿A qué sabe? Preguntó el maestro con gesto serio.
"Amarga y salada", dijo el aprendiz dudando si comenzar de nuevo su retahíla de quejas.
El maestro sonrió e instó al joven a tomar un puñado de sal equivalente y
a arrojarlo en un lago próximo. Los dos caminaron en silencio hacia el
hermoso lago. Una vez que el aprendiz arrojó su puñado de sal en el
agua, el anciano dijo:
"Ahora bebe del lago".
A medida que el agua goteaba por la barbilla del joven, el maestro preguntó con una leve sonrisa:
¿A qué sabe el agua?
Agradable y fresca, comentó el aprendiz.
¿Te supo a sal?, preguntó el maestro.
No, dijo el joven.
El maestro se sentó junto a su aprendiz, y explicó:
"El dolor de la vida es pura sal, ni más ni menos. La cantidad de dolor
en la vida de cada uno de nosotros va a ser exactamente la misma. Sin
embargo la cantidad de amargura que probamos depende del recipiente en
que ponemos la pena. Así que cuando está el dolor, la única cosa que
puedes hacer es agrandar tu espacio interior. Deja de ser vaso. Transfórmate en lago.
Psicologia i PIR por Olga Pérez Pérez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
De aquests contes i narracions...faràs un llibre...???
ResponderEliminarSeria magnific....continuo pensant que tens fusta didàctica de mestre.
Una abraçada.
Navegando por internet me he encontrado esta bonita entrada. ¡Una pena que hayas dejado de escribir!
ResponderEliminarHay muchos mitos relacionados con el agua. Odín bebió también del manantial de la sabiduría del gigante Mimir para adquirirla. Y, como la vida misma, tuvo que pagar un precio, la sal de la vida que también es amarga, a la vez que algo inevitable en el curso vital.
¡Enhorabuena por el post!