El sol y el viento discutían para ver quién era el más fuerte.
El viento bravucón decía ¿Ves aquel anciano envuelto en una capa?
Te apuesto a que le quitare la capa más rápido que tu.
El sol se oculto tras una nube y el viento comenzó a soplar cada vez con más fuerza, hasta convertirse casi en un huracán, pero cuanto más soplaba con más fuerza se agarraba el anciano a su capa.
Por fin el viento se calmó y se dio por vencido.
El viento bravucón decía ¿Ves aquel anciano envuelto en una capa?
Te apuesto a que le quitare la capa más rápido que tu.
El sol se oculto tras una nube y el viento comenzó a soplar cada vez con más fuerza, hasta convertirse casi en un huracán, pero cuanto más soplaba con más fuerza se agarraba el anciano a su capa.
Por fin el viento se calmó y se dio por vencido.
Entonces el sol que permanecía detrás de la nube, se asomó con una cálida sonrisa reconfortando al anciano, y no pasó mucho tiempo hasta que el anciano acalorado por la continua caricia del sol se quitó la capa.
El sol demostró así al viento, que la suavidad y la ternura del amor de los abrazos son más poderosos que la furia y la fuerza.
L. TOLSTOI
Psicologia i PIR por Olga Pérez Pérez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
La suavitat i tendresa sempre sortira vencedor sobre la fúria i la força....
ResponderEliminarTotes aquestes reflexions em tenen enganxat...
una abraçada....
L'amor és l'única força que ho pot aconseguir tot.
EliminarUna abraçada,
Olga
M´ha encantat!!!
ResponderEliminarÉs un conte breu i senzill que ho diu tot.
EliminarUna abraçada!
O